El whisky más antiguo del mundo

Whisky, si lo escribimos atendiendo a su origen en el gaélico escocés “uisge-beatha”, que traducido al español significa “agua de vida”. Whiskey, si lo hacemos desde el irlandés “uisce beatha” o “fuisce”. Lo escribamos de una u otra forma, basándonos en los dos principales lugares donde se sitúa su origen, lo cierto es que esta bebida es una de las más antiguas del mundo y una de las más valoradas.

La primera destilería de whisky del mundo

Se tiene constancia de que los egipcios fueron los primeros en destilar whisky, aunque para crear perfumes. Este conocimiento llegó a Mesopotamia y a los oídos de los griegos en Alejandría, los árabes lo trasladaron a los latinos durante la Edad Media y los monjes celtas lo llevaron hasta Escocia e Irlanda. Estos últimos son los primeros países en los que existe evidencia escrita de la destilación de esta popular bebida que, para la cultura celta, era considerada un regalo de los dioses: se decía que revivía a los muertos.

No obstante, aunque el primer documento escrito en la historia del whisky aparece en 1494 en Escocia, época y país en que la producción y el consumo de whisky era muy popular, la primera destilería de la que se tiene registro en el mundo es “The Old Bushmills Distillery”, en Bushmills, Irlanda, del año 1608.

De esta manera, el Bushmills se considera el más antiguo de los whiskys del mundo. Pero, ¿cómo es esta reliquia?

El Bushmills

En la destilería de Bushmills realizan un whisky muy particular, de 3 destilaciones. Lo que le da un sabor muy diferente a otros whiskys. Una característica poco común ya que el número de destilados suele ser 2, sobre todo en Escocia.

Este whisky irlandés reposa en diferentes barricas a lo largo y ancho del mundo. Barricas de Bourbon de EEUU, de Oporto y Madeira de Portugal y de Jerez en España son las que dan cobijo a la bebida. Además, es un destilado sin añada, ya que encuentra la maduración perfecta de dos tipos de barricas con un mínimo de 3 años de añejamiento: Jerez y Bourbon. Es de sabor suave pero de carácter intenso y tiene coloración oscura. Está compuesto de 80% de malta y proyecta sabores frutales. Las joyas de la marca son:

  • El Single Malt 21 años es el diamante de Bushmills. Tiene un número limitado de barricas, dando como resultado aromas frutales con sabores a caramelo, chocolate oscuro y toques dulces.
  • En el Bushmills Single Malt 16 años, por su parte, se encuentran sabores almendrados y amielados, con una nota de chocolate. Este es un whisky madurado en 3 barricas distintas: Bourbon, Jerez y Oporto.

Un proceso diferente. Un whisky con historia. Una destilería con certificación del siglo XVII y que vivió años difíciles tras quedar completamente sepultada tras la Segunda Guerra Mundial.

Con todo ello, los amantes del whisky siguen pudiendo disfrutar del Bushmills tras el paso de tantos años.