¿Qué cantidad de bebida es la ideal para servir en una copa?

Si vamos a organizar una comida, cena o un banquete formal, conocer varios tips a la hora de servir las bebidas puede ayudarnos a que la celebración sea todo un éxito. Así como es importante seleccionar bien las copas que se van a utilizar, en función de las bebidas que se servirán, también lo es conocer que siempre, siempre, siempre, las bebidas han de servirse por el lado derecho del comensal y que cada una de ellas ha de servirse en una cantidad específica. De esta manera, no pecaremos de abundancia o escasez y quedaremos como los perfectos anfitriones.

Sin llegar a tocar nunca el borde de la copa con la botella, estas deben llenarse en cantidades adecuadas para cada bebida. Esto, que habrá a quien le parezca poco importante, tiene su explicación. Por ejemplo, las bebidas más fuertes o de más graduación han de servirse en poca cantidad, así como las que requieran de mayor frescura. Asimismo, las bebidas que precisen de copas de gran tamaño nunca han de llenarse más de dos tercios de su capacidad. Para tenerlo claro, veamos copa a copa qué cantidad de bebida servir en ellas.

Cantidad de bebida a servir según la copa

  • La copa de agua: es una copa que exige ser llenada prácticamente en su totalidad. Eso sí, siempre dependiendo de su tamaño. En el caso de que la copa sea muy grande, bastará con llenarla hasta un poco más de la mitad.
  • La copa de vino tinto: lo correcto en este caso es pecar de prudentes. Nuevamente, este consejo variará en función del tamaño de la copa. No obstante, la cantidad correcta aproximada a servir sería 1/3 de la capacidad de la misma.
  • La copa de vino blanco: debido a la frescura que requiere esta bebida, suele servirse poca cantidad de ella en la copa para así conservarla mejor. En el caso de que hubiera que proponer una cantidad aproximada, ésta sería como la del vino tinto: 1/3 de la capacidad de la copa siempre en función de su tamaño.
  • La copa de champán: con esta bebida se puede ser más generoso a la hora de servir, tanto por ser una bebida suave como por la estrecha copa en la que se sirve. Así, lo correcto sería llenar esta aflautada copa hasta poco más de la mitad o 1/3 de su capacidad.
  • La copa de Jerez: como en el caso de la copa de champán, esta bebida suele servirse hasta poco más de la mitad de la capacidad de la copa. Insistimos: siempre en función de su tamaño.
  • La copa de licor: la potencia de la bebida que esta copa suele acoger exige que únicamente se sirva en ella una pequeña cantidad de la misma, hasta cubrir el culo, ya que normalmente esta pieza es de gran tamaño.
  • La copa de vermú o cóctel: esta copa es de las pocas en las que lo correcto es llenarlas prácticamente en su totalidad. Aproximadamente hasta los 3/4 de su capacidad.
  • La copa de coñac: como en la de licor, aunque la copa es de gran tamaño, únicamente se sirve una pequeña cantidad de coñac en ella. Aproximadamente 2/5 de su capacidad. El motivo de ello vuelve a ser la potencia de la bebida.
  • La copa para combinados: esta copa ofrece más libertad que el resto de las descritas anteriormente, ya que la cantidad de bebida que se sirva en ella dependerá de los ingredientes que lleve dicha bebida. Lo normal es que esta copa se llene prácticamente en su totalidad, como en el caso de la copa de vermú o cóctel: unos 4/5 de su capacidad.

Ahora que ya conocemos la cantidad de bebida que se sirve en cada copa, puede que a alguien le surja una duda: ¿Y qué pasa con los vasos? Estas piezas de cristalería también tienen una cantidad de bebida a servir idónea, tanto en función de dicha bebida como de su tamaño.

Cantidad de bebida a servir según el vaso

  • El vaso de tubo: dependiendo de la bebida que se sirva en este tipo de vaso tan utilizado la cantidad variará. No obstante, lo común en este vaso es llenarlo casi en su totalidad, unos ⅘ de su capacidad.
  • El vaso para el whisky: como ocurre con las copas que acogen bebidas potentes o de alta graduación, el vaso para whisky debe llenarse en poca cantidad. Aproximadamente unos dos dedos o ⅖ de su capacidad, dependiendo del tamaño del vaso.
  • El vaso de chupito: como consecuencia de su pequeño tamaño, normalmente debido a la potencia de la bebida servida en él, este vaso ha de llenarse prácticamente en su totalidad sin que rebose por el borde. Es decir, unos ⅘ de su capacidad.
  • La jarra de cerveza: en este caso ocurre lo contrario que con el vaso de chupito. La jarra es, normalmente, de un buen tamaño, pero acoge una bebida que puede considerarse suave o de baja graduación. Por lo tanto, lo correcto es llenarla casi en su totalidad: aproximadamente ⅘ de su capacidad.
  • El vaso de agua: puede que sea el caso con más libertad de los que se han enumerado. No obstante, sí que tiene ciertas reglas. Lo más importante a tener en cuenta es que cuanto mayor tamaño tenga el vaso, menor cantidad de bebida se deberá servir en él.

Si se siguen estos pequeños consejos en comidas, banquetes… o en cualquier celebración, su organizador será considerado el perfecto anfitrión. Y es que los pequeños detalles son los que marcan la diferencia.