Vino

¿Qué beber cuando llega el frío?

Paseos a matutinos, tardes en la oficina, salidas a medianoche… Cuando llega el invierno muchas personas prorrogan su lista de tareas por hacer, ya que se hacen más cuesta arriba que en ninguna otra época del año.
Procastinar, esa palabra que tanto se escucha últimamente, cobra más sentido que nunca. Y es que cuando llega el frío supone más esfuerzo dar pasos hacia delante. Una tendencia que nos afecta a nuestro día a día, incluyendo también a lo que nos apetece beber.

Nuestra necesidad fisiológica de ingesta de líquidos fríos disminuye, por lo que disfrutar del carácter sensorial de las bebidas será una de las características más buscadas durante esta temporada. No hace falta beber con miedo a que el contenido se caliente. Ahora toca relajarse y disfrutar.

¿Cerveza, vino o sidra?

Cuando salimos a tomar una cerveza, el momento del año también nos influye. Con el frío buscamos que los sabores se vuelvan más intensos y complejos, con un mayor volumen de alcohol. Cervezas robustas pensadas para consumir con más calma, en copas o vasos como Astoria 30 y Laredo 25, que favorecen el desarrollo de tragos más cortos.
Si hablamos de vino, pensamos en combinación de sabores. En la compejidad y profundidad que aportan vinos de invierno con el fin de complementar los platos de cuchara. Una vez más, la importancia de una buena copa será clave para lograr una mejor percepción tras su consumo. Copas como la Emotion 55 y Margarita 45 son copas amplias, que facilitan la oxigenación y favorecen la percepción armónica de sensaciones ante vinos estimulantes, servidos siempre a temperatura ambiente.
¿Y la sidra? Claro que el frío también tiene en cuenta a los más sidreros y sidreras. Una bebida que requiere su mimo y cuidados en temperatura, puesto que en invierno incrementar uno o dos grados es algo que mejora su calidad, como también lo hacen sus vasos. El Sella 50 o Avilés son vasos de cristal fino con los que se logra potenciar el sabor y alcanzar un disfrute máximo de aromas.

Nos vemos en los cócteles…

En invierno, cambiamos los refrescantes cócteles con amigos en cualquier terraza por un local donde podamos resguardarnos del frío mientras la combinación de sabores nos haga entrar en calor.
Cada cóctel está estrechamente relacionado con la época en la que se consume y en este caso, los sabores amargos, los ingredientes vitamínicos y aquellos que tienen un alto contenido calórico consiguen que nuestro cuerpo se atempere. Recuperar energía y destilar vitalidad es posible con cócteles como el clásico Manhattan, el cítrico Sol de Invierno o el Eggnog Clásico, también conocido como Ponche de Huevo. Si a esto le sumas creativas decoraciones en copas como la Venezia 20 y Elite Collection 35, la conquista está asegurada.

Con todo este mundo de posibilidades, ¿Quién dijo frío?